Uno no se puede permitir dudar cuando quiere que algo vaya bien, porque si dudas la cagaste, si dudas se te nubla la mente, te encaprichas con otras cosas, deseas tus caprichos y hasta llegas a pensar si en realidad es eso lo que realmente te importa y te preguntas si todo lo que viniste haciendo hasta ahora sirve para algo, y vas pasando de lo que tenías hasta ahora y cada vez estás más pendiente de tus caprichos y no te das cuenta de que estás dejando atrás otras cosas que quizás sean más importantes que un caprichito que te parece atractivo.
No dudes, evítalo; y si no puedes evitar dudar, procura pensar con tus sentimientos y tu razón; piensa que más bien te hace; piensa que es lo que realmente más quieres; piensa con que ganas más; piensa, aclárate, despeja dudas, y vuelve a disfrutar una vez aclarado y con una decisión en mano.
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